Hematoma subdural postraumático: Causas, síntomas y recuperación

Hematoma subdural subagudo

¿Qué es un hematoma subdural postraumático?

Un hematoma subdural postraumático es una acumulación de sangre entre la duramadre (la capa externa que cubre el cerebro) y la superficie cerebral. Generalmente ocurre debido a un traumatismo craneoencefálico (TCE), como caídas, accidentes de tráfico o golpes directos en la cabeza.

Esta condición puede ser potencialmente grave, ya que el hematoma puede aumentar la presión intracraneal y afectar el funcionamiento del cerebro.

Causas y factores de riesgo

El principal factor de riesgo es un golpe en la cabeza, pero hay condiciones que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar un hematoma subdural, como:

  • Edad avanzada (los vasos sanguíneos son más frágiles en adultos mayores).
  • Consumo de anticoagulantes o trastornos de la coagulación.
  • Abuso de alcohol, que debilita los vasos sanguíneos.
  • Historia de traumatismos craneales repetitivos (como en deportes de contacto).

Síntomas del hematoma subdural

Los síntomas pueden variar según el tamaño y la velocidad de desarrollo del hematoma:

  1. Hematoma subdural agudo (síntomas rápidos y severos):
  • Pérdida de consciencia o estado de confusión.
  • Dolor de cabeza intenso y persistente.
  • Vómitos y náuseas.
  • Convulsiones.
  • Dificultad para hablar o moverse.
2. Hematoma subdural crónico (síntomas progresivos en semanas o meses):
  • Cefalea leve pero persistente.
  • Cambios en el estado de ánimo o comportamiento.
  • Débilidad en brazos o piernas.
  • Problemas de equilibrio y coordinación.
  • Pérdida de memoria o dificultad para concentrarse.

Diagnóstico de un hematoma subdural

Para confirmar la presencia de un hematoma subdural, se utilizan estudios de imagen como:

Tomografía Computarizada (TC): Es la prueba más rápida y efectiva para detectar hematomas.

Resonancia Magnética (RM): Se usa en casos crónicos o cuando se requiere una mayor precisión en la imagen.

Tratamiento: ¿Cuándo es Necesaria la Cirugía?

El tratamiento depende del tamaño del hematoma y los síntomas del paciente:

Casos leves: Si el hematoma es pequeño y no hay síntomas graves, se puede optar por monitorización médica, con controles regulares de imagen para evaluar su evolución.

Casos moderados o graves: Si el hematoma crece o causa presión intracraneal, se requiere una intervención quirúrgica, como:

Drenaje quirúrgico mediante un pequeño orificio en el cráneo.

Craneotomía, si el coágulo es grande y necesita una remoción más extensa.

Recuperación y posibles secuelas

La recuperación de un hematoma subdural depende de la gravedad del caso y de la edad del paciente:

En casos leves, los pacientes pueden recuperarse en semanas con reposo y seguimiento neurológico.

En casos graves, la rehabilitación puede tardar meses y requerir terapia física, ocupacional y cognitiva.

Posibles Secuelas

  • Déficits neurológicos (pérdida de fuerza, problemas de habla o coordinación).
  • Dificultades cognitivas (pérdida de memoria o cambios de personalidad).
  • Mayor riesgo de nuevos sangrados en el futuro.

Prevención

Para reducir el riesgo de un hematoma subdural postraumático, se recomienda:

  • Usar casco en actividades de riesgo (ciclismo, motociclismo, deportes de contacto).
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol.
  • Controlar el uso de anticoagulantes con supervisión médica.
  • Mantener un entorno seguro para prevenir caídas, especialmente en adultos mayores.

Conclusión

El hematoma subdural postraumático es una condición seria que requiere atención médica oportuna.

Un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en la recuperación del paciente. Si has sufrido un traumatismo craneal y presentas síntomas, es crucial acudir a un especialista en neurocirugía para una evaluación detallada.

Si necesitas una consulta con un especialista, puedes agendar tu cita en neuroradiocirugia.com 

 

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